“En Misiones es el Gobernador, junto al Ministerio de Salud, quienes deberán habilitar o establecer el momento a partir del cual nosotros podemos comenzar con la actividad académica presencial; tales como clases, exámenes orales, uso del laboratorio”, sostuvo en la tarde de este martes la rectora de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), Alicia Bohren.
Ante la insistencia de distintos sectores que componen las unidades académicas que tiene la UNaM en la provincia por conocer si habrá o no alguna instancia presencial, la rectora aclaró que solo después de reunirse con el gobernador Oscar Herrera Ahuad y el ministro de Salud Pública de la Provincia, Oscar Alarcón, podrán definir el retorno a las aulas universitarias.
En ese sentido, en comunicación con FM Santa María de las Misiones, Bohren señaló que el protocolo al que aludió en varias oportunidades el ministro de Educación de la Nación, aplicable también para el nivel universitario, “establece los lineamientos básicos comunes que debemos respetar todas las universidades públicas y privadas del país para iniciar las clases presenciales”.
Sin embargo, remarcó que “en la implementación de esas medidas, nosotros acompañamos con un pedido de presupuesto a la Secretaría de Políticas Universitarias para la implementación de medidas de bioseguridad. Estos lineamientos los fuimos implementando paulatinamente, pero para las actividades administrativa. La presencialidad implica otros análisis y debemos adecuar ese protocolo a cada edificio, a cada espacio que tiene la Universidad. Creo que será un proceso, el protocolo pide que trabajemos en redes con las otras instituciones universitarias de la región y una vez que tengamos el protocolo armado tiene que ser aprobado en última instancia por el Ministerio de educación de la Nación, aunque la habilitación la da la jurisdicción”.
Además de la instancia nacional y la provincial, la rectora aclaro que también es necesario contar con habilitaciones en cada una de los Municipios donde están ubicadas las sedes académicas de la UNaM, tales como Oberá, Eldorado, San Vicente o Apóstoles.
Indicó entre los problemas más serios que plantea el regreso a la presencialidad, la cuestión de “los chicos que vienen de otros lugares, porque va a exigir la movilización de los chicos de un lugar a otro del país; no hay transportes habilitados. Por eso la decisión del inicio de actividades depende de la jurisdicción”.
Presupuesto ampliado
El sistema universitario nacional solicitó a la Nación alrededor de 1.400 millones de pesos para la implementación de todas las medidas de bioseguridad, planteo que se realizó durante la última reunión del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), según precisó Bohren. Mientras tanto -dijo- “la Universidad invirtió en compra de termómetros digitales, alcohol en gel, máscaras y todo lo necesario para garantizar la seguridad de quienes asisten, principalmente en el área administrativa”.
(Fuente: M.O)
