Una joven de 20 años viajó de Brasil a Argentina para practicarse un aborto, luego de que en el país trasandino se aprobara la despenalización de la interrupción del embarazo hasta la semana 14 de gestación.
En vísperas de su cumpleaños número 21, Sara pidió prestada a su familia la suma de cinco mil reales (cerca de 690 mil pesos chilenos) para poder costear su viaje a Argentina, sin decirles el verdadero motivo de su viaje.
La joven conversó con Deutsche Welle, medio que la acompañó a lo largo de su viaje, y donde contó diversas cosas de su vida, sin revelar más detalles de la localidad donde vive por el estigma sobre el aborto que existe en su país.
“Tener un niño que no quiero tener, sin las condiciones adecuadas para tenerlo, y siendo obligada a ello, sería una tortura para mi.” aseguró Sara. Agregando que “cuando encontré este método legal, fue de gran alivio”.
“Yo estaba desesperada porque no había solución para mi en Brasil”, dijo más tarde Sara.
“Lo que me ha ayudado desde que descubrí que estaba embarazada es que tengo una oportunidad. Todavía tengo una alternativa. Eso me hace sentir más segura”, indicó Sara en el reporte de Deutsche Welle.
Brasil y las sanciones del aborto
La mujer se ha convertido en una de las miles que han emprendido este viaje a Argentina para poder abortar. Según consigna Deutsche Welle en el reporte en Brasil se practican cerca de un millón de abortos inseguros que causan centenares de muertes.
En Brasil se condena con pena de cárcel el aborto, con penas que van desde uno a tres años de prisión, solamente para la mujer que entregue el consentimento para el procedimiento. En cambio, si es la propia mujer quien se lo practica, las penas se duplican, sobretodo si ponen en riesgo la vida de la madre.
Asimismo, solo se encuentra permitido el aborto solamente en la causal de violación si la gestante corre riesgo de vida o cuando el feto presenta anencefalia, pero a pesar de ello, no siempre es bien vista en el país sudamericano.
Durante el año pasado, en el estado de Espírito Santo, existió gran polémica debido a la objeción de un médico a realizar el procedimiento en un hospital de Vittoria a una niña de 10 años que fue era violada por su tío desde que ella tenía seis.
En este caso, la justicia debió intervenir a pesar de las protestas de grupos religiosos contra la decisión, los cuales se trasladaron hasta el centro donde se mantenía la pequeña, donde algunos incluso intentaron irrumpir en las instalaciones médicas, pero agentes de la policía impidieron y reforzaron la seguridad en el local.
(Fuente: 24 horas)
