Visiblemente abatido por la situación vivida, esta mañana el productor Héctor Kattz (65) se refirió a los sucesos registrados el pasado sábado 10 de abril, cuando mató de un tiro a un presunto ladrón que irrumpió en su domicilio, en la localidad de Salto Encantado.
“Soy cristiano, sólo le quise dar un susto. No le quise matar”, reflexionó en rueda de prensa.
Tras permanecer seis días detenido por el homicidio de Sergio Gustavo Presti (31), el último viernes Kattz fue excarcelado por el juez de Instrucción Dos de Oberá, Horacio Alarcón, aunque continuará supeditado a la causa.
Por el momento, el colono está imputado de homicidio simple con exceso en la legítima defensa y tenencia ilegal de arma de fuego. En tanto, su defensa pretende la modificación de la carátula y el posterior sobreseimiento.
Luego de pasar el fin de semana con su familia, esta mañana Kattz y su esposa, Laura Laumann (58), brindaron una conferencia de prensa en Oberá junto a los codefensores Claudio Katiz y Luciano Luna.
El colono se mostró apesadumbrado por la situación vivida, subrayó que sólo tuvo la intención de disuadir a Presti y aprovechó la ocasión para agradecer el respaldo de vecinos y productores de diferentes puntos de la provincia que desde un primer momento se solidarizaron con su situación.
Dijo que Presti y un cómplice llegaron a su propiedad alrededor de las 21 del sábado 10, golpearon las manos y mencionaron que tuvieron un problema mecánico en la moto que los trasladaba, lo que resultó ser un ardid para asaltarlos.
Según afirmó el imputado, su esposa fue quien salió primero de la vivienda y él la siguió. Los desconocidos tenían cascos y manifestaron que dejarían la moto hasta el otro día, cuando volverían a buscarla.
En ese lapso Presti se acercó al productor como para entregarle la llave del rodado, instancia en la que exhibió un revólver y le dijo que se trataba de un asalto.
El colono corrió hacia el interior de su casa para buscar su arma, mientras su mujer se quedó afuera rodeada por los dos ladrones.
Una vez adentro de la casa, Kattz tomó su revólver calibre 22 y disparó un tiro hacia afuera con la intención de disuadir a los ladrones, si imaginar que la bala impactaría en la cara del asaltante, quien tenía puesto un casco.
“Pasó todo muy rápido. Agarré el revólver, vi que ladrón estaba afuera y disparé por la ventana. No le deseo a nadie lo que viví después”, dijo entre lágrimas.
(Fuente: E. T)
