viernes, 19 abril, 2024

Llegaron desde Europa las células madre y Nico Franco tuvo un exitoso trasplante

Aunque esa habitación no sea la suya, quiere salir. Salir mañana y tenerlo todo, es la llave de su esperanza. Camilla hueca, pasillo eterno, lucha sin freno que no quiebra, porque finalmente vencerá. Las oraciones y la solidaridad rindieron los mejores frutos para el futuro del misionero Nicolás Franco, que fue sometido ayer un trasplante de médula en el hospital Garrahan en su lucha para combatir la leucemia linfoblástica aguda (LLA).

Ya se cumplió un año desde que este gladiador posadeño comenzó su tratamiento en Buenos Aires. En el medio, tres bloques de quimio, casi un mes en terapia intensiva, días ambulatorios, recaídas, pero siempre luchando, con el acompañamiento incondicional de sus seres queridos, instituciones y particulares que se sumaron a iniciativas solidarias. Finalmente ayer fue un día clave en su lucha por recuperar su salud.

A través del trabajo del Incucai se pudo hallar en Europa un donante compatible con el niño y finalmente se dio la intervención, que había sido reprogramada por el contexto del coronavirus, ya que las fronteras estaban cerradas. Sin embargo en las últimas semanas llegaron las células madres del donante y la intervención se hizo efectivo.

“La cura era el trasplante, hay diferentes tipos de leucemia, hay chicos que a los seis meses regresan a sus provincias, en el caso de Nico no ocurrió por esta alteración llamada Filadelfia, necesitaba sí o sí el trasplante porque ya su médula estaba generando sangre mala”, explicó Silvana Díaz, madre del niño posadeño.

Según comentó a un medio provincial “se complicó con el contexto del coronavirus, el trasplante estaba previsto para marzo, nos dieron la opción de buscar donante en el país, pero no era totalmente potable para él, nos dijeron que nos quedáramos tranquilos que se iba a solucionar y fue así”, contó.

“El trasplante duró una hora y media, fue rapidísimo, y lo toleró muy bien. Durante todo el día estuvo muy bien, no le pasó absolutamente nada”, afirmó.

Y destacó: “El amor y el cariño de la gente de la provincia hace que se sienta muy animado, todos sus compañeros del colegio tienen en su foto de perfil de WhatsApp la foto de Nico con frases hermosas, super alentadores. Tanto amor y tanto cariño le sirve a él a su estado de ánimo, y para esta enfermedad, eso es fundamental”
La previa del trasplante y su vuelta a Misiones
Según aseguró la madre de Nico, “la semana previa de preparación al trasplante fue complicada”. Tras los estudios del Covid-19, lo empezaron a preparar con radioterapia y quimioterapia.

“Fue duro para él, tenían que eliminar todas las células cancerígenas para que el día de ayer reciba estas células madres nuevas, la compatibilidad con el donante fue cien por ciento”, mencionó.

Esta etapa encuentra a Silvana en Misiones, y a Fernando, el papá de Nico, en compañía del niño en la Unidad de Trasplante del hospital Garrahan.
“Tengo ganas de abrazarlo, ayer lo felicité porque a esta situación se porta super bien. Los médicos me dieron la oportunidad de poder irme después de 15 días del trasplante de Nico, por el Covid-19 cambiaron todos los protocolos del hospital, antes nos turnabamos con el papá un día cada uno, ahora no se puede. Cuando vaya me quedaré hasta que salga del hospital”, sostuvo.

Ahora viene la etapa más dura para Nico, y él lo sabe.“Está sin defensas, son al menos 30 días para que la médula comience a trabajar con estas células que son nuevas para su cuerpo”, explicó Silvana.

Y añadió que su hijo “está consciente que volverá a tener llagas en la boca, problemas de intestino y el hígado. Después de esta etapa de 45 días, tiene que afrontar tres meses de aislamiento y ahí recién se vuelve a Misiones. Esto no termina aquí, los controles seguirán por un año”.
Por último comentó: “El Incucai nos da la posibilidad de saber sobre el donante después de dos años para saber de dónde vinieron las células, queremos saber quien es el alma gemela de Nico”.
Apasionado del fútbolNico es fanático de Independiente, admirador de Martín Benítez, un apasionado del deporte de la redonda y jugaba como defensor en el club Bartolomé Mitre.
La acción solidaria de documentalistas de historias de cáncer infantil, permitió al chico misionero conocer a sus ídolos y el estadio del Rojo de Avellaneda.

Un héroe sale a la cancha a cumplir su sueño. Su rival fue encarnado por un cáncer que apareció en su cuerpo. El de ayer fue un partido clave, y como siempre Nico dejó todo en la cancha.

(Fuente: El Territorio)

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