viernes, 29 marzo, 2024

Amenazó con un arma, golpeó y violó a su tres hijastras en Iguazú

Un suboficial de la Policía de Misiones fue condenado a 11 años de prisión tras ser hallado culpable de abusar sexualmente de sus tres hijastras menores, a las cuales las amenazaba colocándole la pistola en la boca y tras agredirlas físicamente a trompadas no las dejaba ir al hospital, señalaron fuentes del caso.

La pena de cárcel fue acordada el pasado martes en el marco de un juicio abreviado que fue firmado y homologado en el Tribunal Penal 1 de Eldorado.
La madre de las víctimas recibió una pena de dos años en suspenso (es decir que seguirá en libertad) por “encubrimiento agravado en calidad de autora”, agregaron voceros del caso.
Según salió a la luz durante la investigación de la causa, el acusado, Juan José Flores, de 60 años, convivió con la madre de las menores, una mujer de 45 años, en un barrio de Puerto Iguazú durante un año y ocho meses. En ese lapso de tiempo y durante 2016 ocurrieron los ataques sexuales.
Bajo el mismo techo que la pareja residían las menores que al momento de los hechos tenían 13, 12 y 8 años y un varón de 10, todos hijos de la mujer. La mayor de las hermanas, según las investigaciones fue abusada en 15 ocasiones en el interior de la vivienda familiar.
El hombre la amenazaba que si decía algo la iba a meter en un calabozo. A raiz de una de las violaciones, en Navidad, la joven comenzó a sufrir severos daños psicofísicos. Entre otras cuestiones pánico y depresión.

Incluso trascendió que como consecuencia de los abusos sexuales llegó a presentar un irregular cuadro menstrual de tres veces al mes, lo que le produjo una grave anemia y riesgos en su salud.
 
“Solamente jugaba”
En una ocasión la mayor de las víctimas, al enterarse que le pasaba lo mismo que a ella y a manos de su padrastro su hermana de 12, fue a contarle a su madre, quien de acuerdo a los testimonios recabados en la causa le manifestó en forma indiferente que el hombre “solamente jugaba”.
Posteriormente surgió que la niña de 12 años sufrió lesiones graves en sus partes íntimas a raíz de los abusos sexuales. Cuando el acusado comenzó a manosear a la más chica de las hermanas, de 8 años y mientras le obligaba a realizar “sesiones de masaje”, sus otras dos hermanas también le manifestaron lo que sucedía a su progenitora, sin embargo la mujer no tomó ninguna medida al respecto, según salió a la luz tras la elevación a juicio.
Las agresiones no sólo eran sexuales, ya que el hombre en algún momento agredió a toda la familia a trompadas y cachetadas, amenazando a los menores apuntándoles a la cabeza con el arma reglamentaria, aunque estos hechos no se pudieron acreditar debido a que el acusado no dejaba que las víctimas concurrieran a realizarse curaciones al hospital.

(Fuente: Primera Edición)