Luego de más de 48 horas de angustia, finalmente apareció, en un cámping de la provincia de Misiones, la familia Decheff, que había ido de vacaciones a las cataratas del Iguazú y habían emprendido el regreso a su casa de la localidad bonaerense de Moreno el sábado 28.
Desde mismo día al mediodía no se supo más de ellos. No contestaron más sus celulares, ni enviaron ningún mensaje. Sus familiares y allegados iniciaron una búsqueda desesperada para dar con su paradero. Esta tarde, finalmente, uno de los integrantes mandó un audio de Whatsapp y contó que todos se encuentran bien.

“Están en un pueblo en Misiones y estaban sin señal”, Yohana Jolliman, la sobrina de Gladis, la madre de la familia que había estado más de 48 horas desaparecida. Lo que pudieron saber los familiares es que a los Decheff se les rompió la camioneta y terminaron en un cámping en de la localidad misionera de Garuhapé, imposibilitados de comunicarse.

“Cuando agentes de gendarmería vieron que ellos estaban perdidos en Misiones se acercaron a preguntar en el pueblo y en el cámping, los encontraron y los llevaron a la comisaría del pueblo”, relata Yohana.
La joven sobrina de los Decheff se mostró aliviada en la comunicación telefónica, luego de tantas horas de angustia.

El viaje de la familia Decheff
El grupo familiar de los Decheff que estuvo perdido desde el sábado está conformado por la pareja de Miguel Decheff, de 34 años y Gladis Mariza Gómez, de 37 y sus tres hijas Micaela Marilyn, de 17, Camila Solange, de 14 y Celeste, de 6. Regresaban de Puerto Iguazú en una camioneta Eco Sport Negra, que terminó averiándose.
“Ellos habían salido el 21 de diciembre a visitar el santuario del Gauchito Gil en Corrientes y a la casa de unos familiares en Chaco. Y después, el 26 fueron a conocer las cataratas del Iguazú. El sábado a las 8 de la mañana estaban volviendo, pero ya desde el mediodía no sabíamos nada de ellos”, narró Yohana.

La joven explicó que la familia es muy unida, que a fin de año siempre van a visitar a sus familiares chaqueños y luego viajan a conocer algún lugar del país.
La desesperación por la falta de respuestas de la familia Decheff se explica además, porque, según la sobrina, ellos “siempre avisan todo, cada paso que dan. Mandan fotos, videos, a donde van a ir”. Por eso el silencio en las comunicaciones despertó mayor angustia.

(Fuente: L.N)