sábado, 20 abril, 2024

Denunciaron por abuso a un jefe de Gendarmería Nacional

Hace una semana una joven de 25 años se presentó en la fiscalía del Juzgado de Instrucción Tres para denunciar por abusos sexuales cometidos por su ex padrastro, un jefe de la Gendarmería Nacional en Iguazú.

Hace una semana una joven de 25 años se presentó en la fiscalía del Juzgado de Instrucción Tres para denunciar por abusos sexuales cometidos por su ex padrastro, un jefe de la Gendarmería Nacional en Iguazú.

Según contó en diálogo con un medio provincial, la joven denunció los ultrajes tras mucho tiempo de pensar y reunir la fuerza necesaria para enfrentar el trauma de la infancia con el único objetivo de evitar que sus hermanas menores pasen por una situación similar.

“Viví abusos por aproximadamente diez años, luego que mi madre se casara con mi ex padrastro que pertenece a Gendarmería. Todo empezó cuando mi madre estaba embarazada o ya había nacido mi hermana”, expresó la joven.

En relación a ello agregó: “yo le dije a mi mamá lo que pasaba cuando ella no estaba, pero mi ex padrastro alegó que yo decía eso porque estaba celosa porque formaron una familia”.

Debido a los traslados del hombre, perteneciente a la fuerza federal, los hechos de abuso ocurrieron en varias provincias hasta que la joven cumplió la mayoría de edad y decidió salir de la casa que compartía con su familia.

“Mi madre vivió un infierno con ese hombre. Recibía maltrato psicológico y él la manipulaba como lo hacía conmigo. Hasta que un día por otros motivos se divorciaron y hoy mi mamá y mis hermanas viven en Córdoba”.

Sin embargo, la joven comentó que las niñas “deben pasar tiempo con él” ya que es su progenitor. En ese sentido manifestó “por eso denuncié y pedí una orden de alejamiento para mí y mis hermanas, pero la Justicia aún no nos dio”.

Según estudios en el área, el abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes es la violencia más extrema a la que puede ser sometida una víctima menor de edad.

En ese sentido, el abuso es una experiencia traumática que provoca diversas reacciones en las personas en tanto que algunas ocultan el sufrimiento y no denuncian por miedo al agresor, por miedo a ser juzgadas o, en muchos casos, a no ser creídas.

Además, hay personas que no hablan de las violencias sufridas por vergüenza, porque creen que son responsables de los abusos a los que fueron sometidas.

En cuanto a quienes cometen este delito, según estadísticas, la mayoría de los agresores son varones heterosexuales (entre un 80 y un 95% de los casos).

Otra característica de los agresores es que utilizan como estrategia la confianza, los lazos familiares, el chantaje y la manipulación para consumar.

Esto último coincide con el testimonio de la entrevistada en cuanto a las situaciones que vivió en la casa donde compartía con quien era su padrastro.

Siempre según su testimonio, los ultrajes se perpetraban en la ausencia de su madre.

Por otra parte, la joven explicó “ante la sociedad él es un hombre de perfil bajo, pasa desapercibido y es correcto. Engaña y manipula a todos. Cuando volvió a Iguazú no sentí miedo pero sí impotencia, es por eso que después de pensar mucho decidí denunciar lo que pasó”.

En relación a lo mencionado, según especialistas, el alcance del impacto psicológico depende de diversos factores ya que elaborar una vivencia de violencia tiene muchas fases, ocupa mucho tiempo y, depende del contexto, se podrá elaborar antes o después y de diversas maneras.

Por tanto, hay personas para las que es muy difícil contar  lo sufrido mientras que para otras es importante, sobre todo cuando encuentran que las instituciones en las que esperan algún tipo de justicia y reparación no las creen o las culpabilizan. En este caso, según la joven, decidió contar su vivencia para prevenir y evitar el sufrimiento de sus hermanas menores.

(Fuente: E.T)