viernes, 29 marzo, 2024

Denunció amenazas tras la detención de su ex, acusado de abuso sexual

“Llaman a mi trabajo, me insultan y dicen que les voy a pagar. Estoy viviendo un infierno y, para colmo, me amenazan con total impunidad”, lamentó preocupada la mujer.
Según la mujer, además de atemorizarla por la seguridad de sus hijas y la propia, los insistentes llamados a su lugar de trabajo también la perjudican laboralmente, puesto que la situación también inquieta a la patronal.
Al respecto, mencionó “me están haciendo mucho daño y ahora tengo miedo de perder mi empleo, porque mis patrones están preocupados ya que no saben de qué es capaz esta gente. Soy el único sostén de mis hijos y tengo que trabajar para mantenerlas. Para colmo, con lo complicado que está todo por la cuarentena”.
La víctima tiene 13 años y es la hija mayor de quien era concubina del acusado. A su vez, la pareja tuvo dos varones, de 6 y 2 años.
La denuncia por abuso fue radicada el 21 de octubre del año pasado. El acusado, identificado como Ramón E. (33), fue imputado por abuso sexual con acceso carnal agravado por la convivencia y se halla detenido en la Seccional Cuarta de Oberá.
Los abusos se habrían prolongado a lo largo de un año y medio, hasta que la verdad salió a la luz y el sujeto reconoció lo que hizo a través de dos audios de WhatsApp enviados a su mamá y su hermana.

El peor delito
Según consta en la denuncia, el 16 de febrero al mediodía la víctima aprovechó los instantes previos a que su padrastro llegue de su trabajo en un taller mecánico cercano a su domicilio, circunstancia que aprovechaba para someterla, tal como se probó después.
Envuelta en llanto, la víctima relató que el depravado la manoseaba todas las mañanas antes de irse al trabajo, ya que ingresaba a su habitación con la excusa de ver si su hijo de 6 años estaba bien tapado. En tanto, el más chiquito dormía en la pieza de sus padres.
Su mamá siguió indagando y la menor reconoció que también la accedía de manera carnal, para lo cual aprovechaba los momentos en que su mujer no estaba en la casa.
En este punto quedó en evidencia la estrategia del acusado, quien trabajaba como mecánico en un taller cercano al domicilio.
Según la jovencita, cuando su mamá llevaba a su hermanito a la escuela su padrastro volvía a la casa para someterla en su propia habitación y delante de su hermano menor.
Para entretenerlo, el sujeto le dada su celular al nenito de 2 años, tal como consta en la denuncia.
Asimismo, el depravado llamaba a su concubina con la excusa de que quería saber dónde estaba, lo que la mujer interpretaba como una cuestión de celos. Nunca imaginó que en esos momentos el padre de sus dos hijos varones violaba a su nena.
Luego se determinó que el acusado mantenía bajo amenazas a la víctima para que no cuente lo que le hacía. Le decía que si alguien se enteraba les haría daño a ella y a su madre.

La denuncia
Al escuchar el desgarrador relato de su hija, la mujer dio aviso a la Policía y aguardó a que llegue su concubino, a quien increpó por su actitud.
Según la denunciante, el sujeto reconoció los hechos, se arrodilló y le pidió perdón.
Fue entonces que la mujer lo obligó a enviar los audios a su mamá y su hermana, donde reconoció que hizo algo muy grave y que deberá pagar las consecuencias. Además, la madre de la víctima llaveó todas las puertas de la casa para no pudiera escapar hasta que llegara la Policía.
El sujeto fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción Dos y permanece detenido en la Seccional Cuarta a la espera del juicio oral, aunque ante la contundencia de las pruebas en su contra lo más probable es que acuerde su pena en juicio abreviado para evitar la exposición en un debate oral.
Más allá de la denuncia original, la situación del acusado se agravó tras la declaración de la menor en Cámara Gesell, donde brindó detalles aberrantes sobre el calvario que padeció durante un año y medio.
Actualmente, la jovencita y su mamá se hallan bajo tratamiento psicológico.

(Fuente: El Territorio)

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