viernes, 19 abril, 2024

Finalmente se confirmó lo que se sospechaba. No solamente las hermanitas de 4 y 10 años fueron abusadas sexualmente en el barrio 2000 Hectáreas de Puerto Iguazú

Una serie de estudios médicos confirmó que la pequeña de 7 también fue violada, aparentemente por el mismo hombre.


En tanto, al varón de 6 le detectaron marcas cicatrizadas compatibles con episodios de violencia física de los que se está recuperando.
Esto deja en una posición judicial sumamente complicada al paraguayo Miguel C. M. (35), pareja de la madre de las criaturas, Cristina M. (23). Los dos están detenidos desde hace alrededor de dos semanas bajo imputación de abuso sexual doblemente agravado. Él en calidad de autor y ella como presunta encubridora.
Eso es así porque, de acuerdo a los testimonios de familiares directos recepcionados en el ámbito judicial, sabía de los sometimientos pero no creyó en la palabra de su hija más grande. Es más, según publicó el diario el Territorio la acusan de haberse negado a denunciar al hombre pese a las constantes alertas que la pusieron en conocimiento pleno de lo que estaba ocurriendo puertas adentro del hogar.
De acuerdo a la presentación que terminó haciendo su propia hermana (tía de las criaturas), los abusos se habrían producido en una vivienda del asentamiento y la primera medida tomada para resguardar a los pequeños fue separarlos de su entorno hasta tanto avance la pesquisa.
En primer término, la menor de 10 años y su hermana de 4 fueron examinadas por el médico forense y en esa instancia se constató que ambas presentaban lesiones compatibles con abuso sexual con acceso carnal.
El agravante a esa situación fue el frágil estado de salud a causa de los maltratos.
Las niñas fueron entrevistadas por personal especializado, en Cámara Gesell y, en ese contexto, la más grande contó que fue sometida varias veces; mismos abusos sufrió la de 4.


Fue fue suficiente para que su madre fuera detenida, al igual que el ciudadano paraguayo, pero la sospecha de que los otros niños hayan sufrido idénticos sometimientos estaban latentes. Por eso fueron examinados, confirmándose lo peor en la niña.

Denuncia y contención


Como se plasmó anteriormente, los reiterados abusos sexuales de los que habrían sido víctimas las menores son apenas las aristas más graves del caso.
Es que la investigación que guió el titular del Juzgado de Instrucción Penal Tres, Martín Brites, permitió destapar una compleja trama de explotación, maltrato, abandono y desatención, que tenía a los cuatro hermanos como obligados protagonistas.
Pese a la corta edad que tienen, eran explotados laboralmente en una olería, donde desde temprano debían trabajar a la par de los adultos e, incluso, la nena de 10 años fue obligada a dejar la escuela para duplicar su utilidad en la fabricación de ladrillos, se informó.
De la misma manera eran sometidos sus hermanos, de 6 y 7 años, además de la de 4. Las mismas fuentes detallaron que presentaban síntomas de maltrato físico y signos de alimentación deficiente, además de infecciones en la piel que son propias de la falta de aseo.


Por eso, más allá de la decisión judicial que cedió la tenencia provisoria a la joven tía que se animó a denunciar, se busca proteger a los chicos. Se dio intervención al Juzgado de Familia cuya defensora oficial, Valeria Rossberg, dispuso una serie de medidas de protección y en paralelo actuó la Dirección de Acción Social de la Municipalidad, además del Hogar de Día donde los niños reciben asistencia.


(Fuente El territorio)

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