jueves, 28 marzo, 2024

Jeanine Áñez fue condenada a 10 años de cárcel

La expresidenta interina de Bolivia fue hallada culpable por los acontecimientos que derivaron en la salida del poder de Evo Morales en 2019

La expresidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, fue condenada  a 10 años de prisión por los acontecimientos que derivaron en la renuncia de Evo Morales en 2019. El fallo la sentenció por incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución.

El Tribunal Primero de Sentencia de La Paz dio conocer su sentencia condenatoria de 10 años, a cumplir en una cárcel de mujeres en La Paz, tres meses después de comenzar el juicio y 15 meses después de que la ex mandataria fuera encarcelada preventivamente.

En su alegato final, Áñez se declaró inocente y señaló que el Tribunal “excluyó pruebas que descartaban un derrocamiento” de Morales en 2019. “Nunca busqué el poder”, afirmó la expresidenta, quien se define como “presa política”.

La expresidenta interina Jeanine Áñez es la primera condenada por los hechos que derivaron en la renuncia de Evo Morales a la Presidencia de Bolivia en 2019, en un proceso que se desarrolló por la vía ordinaria y que para ella es un “legado de la ignominia, el abuso y la persecución política”.

Áñez tuvo que enfrentar el juicio desde la cárcel en la que está detenida de manera preventiva desde hace más de un año, pues según las autoridades existía “riesgo de fuga” y pese a que su defensa exigió la presencia física de la exmandataria en el tribunal en el que se desarrolló el caso.

Este viernes en su última declaración Áñez cuestionó que se le haya negado “un debido proceso”, le acusaron de delitos “que no ha cometido”, no le permitieron defenderse en libertad y que ese tribunal no tenía la competencia de juzgarla porque en su calidad de expresidenta le correspondía un juicio de responsabilidades, que también le negaron.

La ex mandataria interina presentó varios problemas de salud a lo largo del juicio que fue instalado en abril de este año y que fue aplazado en al menos dos ocasiones debido a sus crisis de salud y algunos recursos que planteó su defensa por observaciones a los procedimientos de la corte encargada del caso.

El calvario de Áñez empezó el 13 de marzo de 2021 cuando en un operativo, encabezado por el comandante general de la Policía Boliviana, Jhonny Aguilera, y varios funcionarios de la Fiscalía, fue arrestada en su natal Beni y luego fue llevada a La Paz en un avión militar bajo un fuerte resguardo policial.

En principio la Justicia le abrió una causa por los delitos de sedición, terrorismo y conspiración por la crisis postelectoral de 2019 que derivó en la renuncia del entonces presidente Evo Morales, que para el oficialismo fue un “golpe de Estado”.

De ese caso se derivó el proceso “golpe de estado II”, por el que hoy fue condenada.

Problemas de salud

El encarcelamiento de Áñez ha estado marcado por problemas en su salud como hipertensión, crisis nerviosas y depresión, con momentos en los que se provocó lesiones o la huelga de hambre que mantuvo por más de dos semanas para exigir poder defenderse en libertad.

Jeanine Áñez asumió el 12 de noviembre de 2019 el mando interino del país como segunda vicepresidenta del Senado, dos días después de que la renuncia de Evo Morales y de todos los funcionarios en línea de sucesión presidencial.

Áñez era, hasta ese entonces, una política con poca relevancia que tuvo que activar el mecanismo de sucesión, sin el quórum necesario en el Parlamento, donde la mayoría le pertenecía al partido de Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS), acción que fue respaldada en su momento por el Tribunal Constitucional tras una interpretación a la norma sobre casos de vacío de poder.

Al parecer Áñez presentía su nuevo futuro. Al finalizar su mandato interino en 2020 dijo que no tenía intenciones de salir de Bolivia y que ante un eventual proceso en su contra estaría disponible para responder.

La abogada de profesión y oriunda de San Joaquín, una pequeña población del departamento amazónico de Beni, gobernó el país durante cerca de un año, mandato que fue extendido ante la imposibilidad de celebrar elecciones por la pandemia.

(Fuente: P.E)