miércoles, 24 abril, 2024

Montecarlo: Dopaba a su hija para violarla y acordó diez años de condena

En el año 2017 una denuncia que se presentó en la comisaría de Montecarlo relató con crudeza los vejámenes que sufría una niña de 11 años de parte de su padre y de su cuñado.

Tras tomar intervención la Justicia el dúo fue detenido. Con las pruebas recabadas tras la investigación, el Juzgado de Instrucción 1 de Eldorado, a cargo del magistrado Roberto Horacio Saldaña elevó el caso a juicio contra los dos acusados. Ambos ya estaban en la agenda de debates del Tribunal Penal 1 de la Tercera Circunscripción. Sin embargo, reconocieron la autoría de los hechos que les imputaban y pidieron un juicio abreviado.

En base a los datos que oportunamente publicó un medio provincial, todo comenzó en una vivienda que la familia compartía en Colonia Guatambú. Los involucrados eran el padre, que entonces tenía 52 años, y el marido de la hermana mayor de la niña, un hombre de 36. El progenitor había comenzado a doparla durante la cena.

En el vaso de leche que la menor acompañaba con reviro le colocaban pastillas para dormir. Esto había sucedido varias veces y tanto la niña como una hermana mayor le recriminaban al padre esta acción. Sin embargo, de familia humilde, ella prefería beber el contenido a tirarlo.

Si bien ambas se lo habían contado a la madre ella no les hizo caso. En una de esas oportunidades, tras haberle dado el somnífero, pero durante la madrugada y la mañana del día siguiente, el progenitor se metió en la cama de la menor para comenzar con los abusos a pesar de las quejas de dolor de la niña.

Tiempo después, el padre continuó con esas acciones pero llevándola a una capuera la accedió carnalmente. Ella nunca se animó a contar el hecho debido a que le tenía temor a su padre.

Como se mencionó en párrafos anteriores el otro involucrado era el cuñado de la menor. Éste, en varias oportunidades le había mostrado a la menor películas pornográficas.

Cada vez que esto sucedía la niña se lo recriminaba pero el hombre le pedía que no dijera nada. Ella lo contó de cualquier manera pero no le creyeron. Él también la había manoseado por debajo de sus ropas en varias oportunidades.

Por otra parte, de la investigación surgió que cuando la menor se bañaba tanto el padre como su cuñado le sacaban fotografías y la filmaban, hechos que quedaron registrados en los teléfonos celulares y que luego fue tomado como prueba.

Antes de que el caso llegara a la instancia de debate oral, la fiscalía ante el Tribunal y la defensa de los imputados llegaron a un acuerdo para abreviar el juicio.

Para preservar la identidad de la víctima no se publica el nombre del progenitor, pero este reconoció ser el responsable de los delitos de “abuso sexual con acceso carnal reiterado agravados por el vínculo y por haberse cometido contra una menor de 18 años valiéndose de la relación de convivencia preexistente, en concurso real”, por lo cual aceptó una condena de 10 años de prisión.

En tanto el cuñado, de nombre Juan Simón Rivas Paiva, de nacionalidad paraguaya, se reconoció como el autor de los delitos de “abuso sexual sin acceso carnal agravado por haberse cometido contra una menor de 18 años, aprovechando la situación de convivencia preexistente y suministro de material pornográfico a menores de 14 años en calidad de autor, todo en concurso real”, a la pena de tres años de prisión efectiva

El acuerdo quedó a consideración de los magistrados del Tribunal Penal de Eldorado. Si es homologado los acusados pasarán formalmente a cumplir las condenas.

(Fuente: Primera edición)

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