Luego de un extenso trabajo de puesta en valor de este patrimonio -que comenzó en el año 2013-, finalmente este jueves quedará inaugurado el quinto conjunto jesuítico de la provincia, que se suma a las reducciones de San Ignacio, Loreto, Santa Ana y Santa María
Así lo confirmó a la fuente el intendente local, Orlando Rostán, y anunció que estarán presentes el gobernador Oscar Herrera Ahuad y autoridades del Ministerio de Turismo.
El proyecto de puesta en valor impulsado por la Provincia comenzó con los estudios preliminares y la colocación del cerco perimetral. Luego se construyó el Centro de Interpretación (lo que se inaugurará este jueves con las piezas restauradas). Allí trabajaron la arqueóloga Alejandra Smith y el historiador Esteban Snihur.
Por parte del municipio, fueron convocados los museólogos Estela Garma y Andrés Sansoni para realizar el trabajo de restauración del material encontrado.
En diálogo con este medio, Garma expresó: “Después de décadas que no se ponía en valor una reducción, podemos decir que ha sido poco el tiempo desde 2013 a la actualidad. En siete años tenemos un nuevo conjunto jesuítico-guaraní recuperado para la comunidad local, la provincia, la región y la Nación”.
En relación al proceso, recordó que “con todo lo restaurado se iban armando muestras en el municipio y se le iba comunicando a la comunidad, se mostraban las piezas recuperadas y la información obtenida, si encontrábamos medallas, vasijas, cómo eran y demás”.
Y siguió: “Eso se hacía en el aniversario del pueblo o se hacían charlas y talleres con los chicos de los colegios para que los niños pudieran ir comprendiendo este sitio, porque en un comienzo no se sabía mucho, el espacio estaba olvidado porque era un lugar que no estaba en condiciones para ser visitado”.
En aquel momento, el municipio había cedido un espacio para que todo el material que se iba sacando de excavación tuviese un lugar de resguardo.
“En este lugar, que nosotros lo llamamos reserva, también funcionaba el taller de restauración y ahora se traslada a las ruinas”, comentó Garma.
Hito histórico
Este hito histórico no sólo significará un avance importante en materia turística y económica, sino que además aquella historia que había sido cubierta por el monte, resurgirá de manera tangible para la comunidad y así la región entera podrá comprender parte de aquel proceso de evangelización.
“La muestra inaugural va a estar armada de manera tal que se pueda interpretar lo que sucedió en este sitio, la historia y cómo era el pueblo de Corpus Christi reduccional”, explicó la restauradora.
Además, los vecinos formaron parte de este proceso que comenzó años atrás, ya que muchos fueron donando piezas fundamentales.
“Armamos un espacio en donde la comunidad también es parte, con todos los vestigios y piezas que iban donando que venían de sus familias. Muchos heredaron piezas que se encontraban en la superficie, como collares o monedas”, dijo.
Así, se recuperaron también elementos como cruces o medallas con la imagen de San Genaro, Cristo y la Virgen María hechos en metal y que eran de uso exclusivo de los sacerdotes jesuitas están en vitrinas de vidrio.
También hay cuentas de pipas que usaban los guaraníes reducidos, elemento que tenía un uso ritual importante.
Sueño cumplido
Estela llegó en 2012 al pueblo que se convirtió en su sitio de trabajo. La pasión la llevó a realizar un posgrado en cultura guaraní para tener las herramientas en cuanto a lo histórico y comprender esos vestigios que iba conociendo.
Por eso hoy considera que los frutos de ese trabajo conjunto entre la Provincia, el municipio y todos los profesionales que participaron simbolizan “un sueño cumplido”.
Finalmente, en relación al cementerio de Corpus, que es uno de los más antiguos de la provincia, quedó inhabilitado y se hizo la apertura de uno nuevo que está en un terreno a unos 500 metros del lugar.
“El que desea trasladar a su familiares y seres queridos al nuevo, puede hacerlo, pero ahí ya no hay más entierros, queda como parte del sitio y se respeta porque es parte de la historia”, concluyó Garma.
Corpus en las misiones
La misión de Corpus fue fundada en 1622 por los padres Pedro Romero y Diego de Boroa en la margen derecha del río Paraná, en la actual República del Paraguay. La reducción permaneció en esa margen del río hasta 1647, año en que se trasladó a la ribera argentina, donde levantó su segundo establecimiento.Allí se mantuvo desde 1647 hasta el 12 de mayo de 1701, día en que se trasladó a su emplazamiento definitivo, donde hoy se encuentran sus ruinas, junto al pueblo misionero del mismo nombre.
(Fuente: E.T)
