viernes, 19 abril, 2024

Un hombre fue condenado a 9 años de cárcel por violar y contagiar sífilis a su hija de 7 años

El operario de un aserradero, de 40 años y oriundo de la localidad de Aristóbulo del Valle, recibió una condena de 9 años de prisión tras haber sido declarado culpable de abusar sexualmente de su hija cuando tenía 7 años y contagiarle una enfermedad venérea que, en su momento, fue detonante de la denuncia que radicó la progenitora.

El veredicto se escuchó este mediodía en la sala de debates del Tribunal Penal Uno de Oberá, integrado por los jueces Francisco Aguirre, José Pablo Rivero y Miguel Orlando Moreira. La fiscal, Estela Salguero, en su alegato pidió 17 años de cárcel como autor del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y si bien los magistrados coincidieron con la acusación, discreparon con el monto de pena.

En cuanto al condenado, se declaró inocente en las dos audiencias e inmediatamente después de escuchar el fallo fue trasladado a la unidad penitenciaria donde está alojado desde hace poco más de tres años.

Abuso y contagio

El caso sacudió a un barrio situado en las afueras de Aristóbulo del Valle y tomó estado judicial a instancias de la denuncia hecha en agosto 2018 por la progenitora de la niña tras tomar conocimiento de que su esposo (el condenado) tuvo que acudir al médico por una serie de infecciones en la zona íntima y en ese contexto se determinó que se trataba de una enfermedad transmisión sexual (sífilis) y que ella también había sido contagiada.

Posterior a eso la mujer notó que la hija tenía lesiones similares en el área de la boca -principalmente- por lo que la llevó a la consulta con una pediatra y ésta confirmó que se trataba de la misma enfermedad venérea, alertando que podría ser un caso de abuso sexual por lo que recomendó hacer la denuncia formal de manera inmediata.

Finalmente las pericias médicas y audiencia en Cámara Gesell con una psicóloga del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial confirmaron que la pequeña había sido violada por su padre y que como consecuencia de eso contrajo la enfermedad. Para ese entonces el hombre ya estaba detenido.

Si bien el progenitor se declaró inocente ante los jueces, la denunciante ratificó toda la secuencia que en su momento manifestó en sede policial. Como testigo también brindó testimonio la pediatra que había atendido a la niña en primera instancia, un médico policial que constató el tipo de lesiones que tenía y la psicóloga forense con la que interactuó.

(Fuente: E.T)